El caldo de pescado se usa para una gran variedad de recetas como: guisos de pescados o marisco osopas, como lafideuá. Es muy rápida de hacer y tan sólo requiere que compréis los productos frescos con los que necesitéis cocinar (por ejemplo unas gambas) y aprovechéis para hacer el caldo, con todas las partes que, normalmente, irían a la basura: las pieles y las cabezas. Esto le dará un mayor sabor a vuestras comidas y siempre será mejor que comprar caldos ya preparados (así evitáis la gran cantidad de aditivos que no resultan nada saludables para vuestro organismo).
Además de ello si compráis los productos frescos, estaréis aprovechando todo lo que habéis comprado, ahorrando en el fondo más tiempo que si lo compráis congelado y con el caldo preparado. Mi consejo es que cuando cocinéis pescados o mariscos frescos, uséis las partes para hacer caldo (es decir las espinas y los caparazones), porque aunque no los useis en ese mismo momento, siempre podéis guardarlo y hacer sopas o reservarlas para recetas que vayais haciendo. Así no sólo tendréis para hacer una comida, sino varias.
La receta en este caso puede variar según los pescados o mariscos que tengais.